Retomando el control del correo
Un sistema basado en Hey y los alias de correo.
Cuando fui a contratar mi primera VPS con strato.de, me explicaron que me llegaría un correo con las claves para poder acceder a mi espacio de usuario y poder gestionar la máquina. Sin embargo, el correo no llegaba. Cuando pregunté al departamento de soporte qué pasaba, me explicaron que, en los datos de contacto que puse al hacer la solicitud figuraban una dirección de correo y un teléfono que habían sido comprometidos.
Me pasaron una referencia a Have I Been Pwned, un servicio que te permite comprobar si tus datos se han filtrado en un ataque y eso era lo sucedido. Yo ya lo sabía, pues los proveedores de los servicios afectados me notificaron por correo. Sin embargo, nunca imaginé estas implicaciones.
No obstante, sí era consciente de que había habido consecuencias porque, al tiempo, empecé a recibir bastante SPAM.
Antes de eso mi bandeja de correo ya se había convertido en un caos. Desde que Google mató a Inbox, no he conseguido organizarlo. Tengo varias cuentas y no tengo ningún control, no me aclaro.
Supongo que me organizo un poco como todo el mundo: uso el buscador y cruzo los dedos para encontrar los correos que quiero; procuro no olvidar los correos importantes; y cuando tengo un rato muerto, leo algo de publicidad. Tengo tanta publicidad en el buzón que supone un gran esfuerzo decidir qué guardar y qué no, así que la sigo acumulando.
A raíz de unos descubrimientos recientes, me he animado a intentar volver a recuperar el control de mi correo. Por una parte, descubrí la existencia de Hey, un servicio de correo con una filosofía muy moderna. Desde su web hacen una promesa muy seductora:
Email sucked for years. Not anymore — we fixed it. HEY’s fresh approach transforms email into something you want to use, not something you’re forced to deal with.
Su propuesta es muy atractiva y os animo a que echéis un vistazo a la sección que explica cómo funciona. Si no me he hecho cuenta todavía es porque me parece un poco caro pagar 100 $ al año (120 $ si quieres un dominio personalizado) por un servicio de correo, aunque reconozco que me siento tentado a hacerlo.
Por otra parte, la cuenta de correo de Microsoft permite definir varios alias de correo. Un alias es otra dirección de correo asociada a la cuenta, de forma que los correos enviados a la dirección del alias llegan a la misma bandeja. Pueden asociarse direcciones en los dominios de Microsoft (outlook.com y outlook.es) o en otro dominio. Los alias suelen estar disponibles también en los servicios de correo que ofrecen los proveedores de nombres de dominio.
Así pues, me he propuesto emular las principales características de Hey utilizando alias y, de paso, proteger mi privacidad un poco más, si cabe. Esta es, a grandes rasgos, la idea.
- Utilizar un alias para el correo transaccional (recibos de compras, configuración de cuentas, y otras notifiaciones importantes), otro para el casual (boletines y correo comercial) y uno más para enviar correo y ocultar la dirección principal de la cuenta.
- Una carpeta dedicada al correo transaccional y otra al casual y filtros de correo para mover automáticamente los correos dirigidos a los alias correspondientes.
- Eliminar periódicamente el correo casual con más de 2 meses de antigüedad y el transaccional que tenga más de 3 años.
Los alias cumplen una doble función: simplificar la definición y el mantenimiento de los filtros y evitar exponer la dirección de correo principal. De esa forma, si el alias se ve expuesto a consecuencia de un ataque, puedo reemplazarlo y evitar el SPAM. No es como renunciar a tu cuenta de Google o de Microsoft, que se usa para más cosas: identificarte en servicios y aplicaciones de Internet, almacenamiento de ficheros en la nube, hogar conectado, aplicaciones y juegos, etc.
Este sistema no es perfecto y ya he encontrado obstáculos que superar. El principal: sustituir mi dirección de correo en todas las cuentas. No solo es farragoso, en algunos casos es muy difícil o, incluso, imposible. Muchas cuentas no disponen de la opción y, solo a veces, el proveedor accede a hacerlo tras pedirlo a soporte.
Otro impedimento radica en que, habitualmente, los comercios y servicios envían las comunicaciones transaccionales y las comerciales a la misma dirección de correo. Para salvar esta circunstancia he pensado en tener dos cuentas y desactivar las notificaciones comerciales en la cuenta principal.
Quizá es una solución demasiado rebuscada y es peor el remedio que la enfermedad. ¿Vosotros qué opináis? Me encantaría que me dejarais un comentario. La función para dejar comentarios está en fase de pruebas y, por seguridad, solo está abierta a los miembros suscritos. Sin embargo, la suscripción es gratuita y solo requiere de una dirección de correo, ni siquiera es necesaria una contraseña.
También tengo un plan para retomar el control de mi privacidad telefónica. Como esta entrada ha quedado bastante extensa, espero contaros de qué va próximamente, en una futura entrada.