Autonómico de invierno 2025

Autonómico de invierno 2025
Este autonómico he hecho de todo, también nadar...

A pesar de que este curso me apetece competir menos que nunca, decidí, que, si no era demasiado esfuerzo, iría al autonómico de invierno.

Preparativos

Como en años anteriores, tuve suerte y saqué un coche de alquiler por cuatro perras, lo que influyó bastante en que finalmente fuera. Tuve la idea de pedirlo para las 21h. De esa forma, pensé, puedo ir a misa, cenar e irme a por el coche. Estuve dudando de si aparcar el mío en el Khan, ya que dejarlo me costaba más que el alquiler. Se me ocurrió que, como Wiber tiene la oficina cerca de Torrellano, me lo podía dejar aparcado en la calle e ir andando.

Antes de ir a misa me dejé la mochila preparada, los bocadillos en el frigorífico y dejé una pizza hecha con la masa que le habían regalado a mamá en Casa Planes y una rebanada con jamón y queso sobre un papel de horno. Le pedí a Naira que a las 19h40 encendiera el horno y, después de dejarlo calentar 5 minutos, metiera la pizza y el pan. Llegué a casa justo cuando llevaban 5 minutos cocinándose y, cuando ya estaban en su punto, los sacamos y cenamos. Aunque no comimos a toda prisa, sí es verdad que tuve el tiempo justo y creo que hubiese sido mejor pedir el coche para las 21h30.

Le dije a Naira si me quería acompañar y fue todo un acierto, el paseo nocturno fue muy agradable. Nos atendió el mismo tipo que la última vez me aconsejó que volviera a llenar el tanque para que no me cobraran la comisión por echarle ellos la gasolina, que sale por unos 20 pavos si cuando lo llevan le ponen más de 3 litros. No había nadie y la cosa fue rápida. Me dejaron un C4 que estaba un poco maltratado. Tenía unos 45000 km y arañazos por todas partes. Procuramos sacar foto de todo y nos volvimos para casa con el coche. Aunque tenía el mando, decidí no meterlo en el garaje, pero se quedó bien aparcado. Recogí la cocina y me acosté. Tuve un susto al leer el correo de la compañía de alquiler de coches porque venían fotos de daños que a mí se me habían pasado completamente por alto.

La ida

Al día siguiente llegué puntual a mi cita con Nic a las 6h30 en el parking del Carrefour y nos fuimos para Castellón. El viaje fue tranquilo. Me contó que se quiere jubilar pero no sabe si podrá este año, que las cosas en la academia habían ido mal con el Covid y ahora han empezado a recuperarse. Que igual se la queda su hija, pero que ella está más interesada en dar clases y ser la directora de estudios, más que en la parte administrativa, como su madre. Tiene a su otra hija doctorándose en Escocia en biomedicina, si no recuerdo mal.

Antes de llegar a Castellón me pidió parar para echar un meo con la casualidad de que pasábamos por el área de servicio de La Plana y justo estaban montando el puesto de naranjas cuando paramos. Así que le compré a Quino las naranjas que me había pedido. Como no tenían sacos de 5 kg, le compré 10 kg.

Sesión matinal

Fuimos de los primeros en llegar a la piscina. Después de buscar un rato vimos a Asun y a Lucía. Nos instalamos y Nic fue a cambiarse y a calentar. Yo me quedé montando las suecas que me habían llegado el jueves y como iba un poco apurado de tiempo calenté con el fast. Hice 500 variados y 6 de 50 alternando pies y progresiones. Tuve muy malas sensaciones, como que me faltaba el aire.

Me salí y prácticamente en seguida me fui para la cámara de salida tras montar las otras gafas con el pasador de las del Decathlon y saludar a los que habían ido llegando.

Nadé el 200 libres a eso de las 11h. Me salió bastante mal. Me tiré con confianza y apreté desde el principio. Salí por la pared, en la 10, y se suponía que el hombre que llevaba al lado era más rápido que yo, pero no lo vi por ningún lado. Así que cuando pasé el 100 ya iba algo reventado y, sin el pique como para revivir, llegué sin fuerza. Además, pegué 2 o 3 malos virajes en la pared del fondo, me acerqué mucho y toqué con los pies arriba y tuve que recolocar. Con todo, 2,24", 3s peor que mi marca, que había hecho el año anterior en la misma piscina. Pensé que, por lo menos, habría ganado al que llevaba al lado pero ni eso y, para colmo, Miguel Medicis, me ganó con 2,22". Me alegré mucho por él, no obstante.

Unos días antes del campeonato recordé que alguien de Castellón vendía la Minifigura del paladín dracónido de Lego Dungeons & Dragons por Wallapop, que no había podido conseguir tras varios intentos de escanear cajas en el Carrefour. La tarde de antes contacté con el tipo y casualmente resultó ser otro nadador, pero este año no venía al campeonato. Quedamos para hacer el intercambio a mediodía. Llegué perfecto de tiempo al Telepizza de la Avda. de Valencia, que es donde me había citado. Me estaba esperando y al momento nos reconocimos. Resultó que el nada con el Nados Castellón y somos de la misma categoría. Me dijo que está muy jodida, que él en el nacional no se sacó nada con 24" en el 50 y con 50 y pico en el 100. Le pagué el muñequito y me ofreció abrirlo y me dijo que llevaba otro por si no me fiaba. Le dije que no hacía falta, que a mí el escaner no me había fallado en ninguna de las otras 11 figuras de la colección que tengo. Me enseñó la app que usa él y está muy chula, superpone un icono de la figura sobre el QR.

Me volví para la piscina y esta vez me tocó aparcar muy lejos. Bromeé un poco con Marco, que estaba echando un cigarro en el aparcamiento con un colega que se había acercado con la familia a verle. Esta vez estuvo más majo conmigo que Óscar.

Al pasar por la tienda recordé que Naira quería una mochila como la mía por su cumple y le saqué una foto de las que tenían. Le expliqué que era el modelo grande y me pidió que preguntara precio. Tras hablarlo un poco conmigo y con su madre se decidió a comprar una con un estampado rosa y morado muy chula por 65 €. En internet lo más barato que había encontrado era unos 80 €. Así que se la compré y me pegué un pateo otra vez hasta el coche para dejársela allí.

Descanso

Era algo más tarde de la 13h30 cuando llegué de nuevo a la grada. Un poco tarde teniendo en cuenta que nadaba otra vez a las 14h30, no había comido y quería volver a calentar. Cuando tiré a por los bocatas resulta que con el madrugón me los había dejado en el frigorífico. ¡Mierda! Preguntando decidí que lo mejor era ir por patas al centro comercial y comer allí. Por culpa del Google Maps di un rodeo innecesario y pasé un mal rato pensando que estaba todo cerrado y cuando llegué al TGB me enteré de que han quitado el sándwich de pechuga a la brasa, que era lo mejor que tenían en la carta. Porque ya estaba allí pidiendo y no tenía mucho tiempo, si no, para comer una hamburguesa de pollo empanado, me habría ido al Popeye's y así, por lo menos, lo habría probado.

Comí lo más despacio que me dejaron los nervios y me volví a la piscina, esta vez por el camino corto. Otra vez había subestimado el poder destructivo de las chanclas del club y cuando llegué a mi asiento ya tenía varias heridas notables en la parte superior de dedos meñiques y pulgares de ambos pies.

Antes de que pudiera calentar me entraron unas ganas terribles de soltar lastre, que es de lo peor que te puede pasar cuando unos 400 tíos comparten 2 baños con unas 6 letrinas en total durante todo un día. Otra vez tuve que pasearme. Fui a los de los vestuarios y no tenían papel, me fui a por los klinex y después fui a los de arriba y justo la de la limpieza, pobre mujer, los acababa de limpiar y de reponer el papel.

Sesión vespertina

Con todo me fui a nadar el 200 espalda sin haber tocado el agua después de comer. Para relajarme un poco más, en la cámara de salida me encontré con Juano que había hecho 1,12" en el 100 espalda hacía un rato y que este año me tiene enfilado. Él salía en la serie de antes. No creí poder ganarle.

Me tiré al agua con la comida todavía reciente y el estómago pesado y bastante nervioso como para no jugarme nada salvo, quizás, hacer peor tiempo que Juano y aguantar sus comentarios durante toda la temporada. Sin embargo, y a pesar de firmar mi enésima salida deplorable, fui encontrándome bien en el agua. Al lado tenía a un nota que fue buena referencia para mí y me pareció que no lo estaba haciendo mal. Las piernas no se me agarrotaron y pude dar un esprint medio decente al final, con unos tirones un poco raros de brazos.

Al final 2,40" frente a los 2,41" de Juano. Menos mal. Aún así hizo récord autonómico y me dijo que en el nacional bajará a 2,38". También que salgo muy corto en la subacuática, que el que llevaba al lado me recuperaba la ventaja en los volteos.

También me dio la buena noticia de que me había sacado del relevo, que era lo último de la tarde, por Nacho. Quiso excusarse y yo le hice ver que yo estoy para servir al equipo, que si me pide que nade, nado, pero que Nacho es mejor que yo y que no me había herido el orgullo para nada. Al contrario, me hizo un favor.

No pude merendar porque las 2 barritas que me quedaban se me cayeron de la mochila y, a pesar de que una señora amablemente las había recogido y dejado sobre una silla, unos desalmados se las comieron sin preguntar. En realidad no me molestó, me alegré de que les aprovecharan. Están buenas esas barritas por cierto, me compré esta de proteínas y estas naturales de nakd, que vienen en paquete de 4.

La vuelta

Así que, cuando Nic y Herminio terminaron de nadar y de recoger sus medallas, salimos para Alicante. A la vuelta Herminio no paró de contarnos cosas. Al parecer, por su trabajo como representante de estaciones de servicio, viajó mucho y se sabía cada tramo de carretera. No paró de decir, ya hemos llegado a Sagunto, estamos en Torrent, esta es la autovía que construyó el Estado, etc. Nos contó que lo habían prejubilado con un buen sueldo y que le pagaron la cotización máxima pero que lo hicieron a conciencia porque a los chavales que contrataron para sustituirles les pagaban mucho menos. Y también que cuando viajaba en verano siempre paraba a bañarse y que una vez casi la lía en Cullera porque había temporal y se tuvo que volver y que los pescadores le dijeron que estaba mal de la cabeza. Pero, qué va, tiene la mente muy despejada. Me alegro. Que dure mucho.

Echó alguna cabezada y en los ratos de silencio Nic y yo escuchábamos lo que podíamos del podcast de Hoy en El País, uno de los capítulos más interesantes de los cuales fue el de alquiler frente Airbnb.

Llegamos a eso de las 19h30, ya de noche. Seguí las indicaciones de Herminio y le dejé en Los Salesianos, cerca de su casa. Nos volvimos por La Font y dejé a Nic en Carrefour a eso de las 20h. Me fui para el aeropuerto a devolver el coche.

Previamente había mirado que podía echar gasolina en la GM del polígono industrial de Elche, con la ventaja de que podía ir por autovía en lugar de ir por la playa (como cuando he ido a la Petroprix de Aguamarga), que está más cerca de Wiber y que tiene mejor precio. Tras echar gasolina me puse los pantalones largos allí en la propia gasolinera, porque ya empezaba a tener frío y sabía que tenía que andar un trecho de vuelta al coche.

Antes de devolver el Citroën tuve la epifanía de pasar por el Polo para dejar las cosas y así no tener que cargar con los 10 kg de naranjas y las dos mochilas los 1 o 2 km que separaban la oficina de la compañía de alquiler del sitio en el que había aparcado. Y, de paso, dejé también el mando y cogí la chaqueta que llevo en el maletero por si acaso y que me vino de perlas.

Me fui para la oficina y llegué puntual, así que para otra, mejor cojo el coche a las 21h30 o las 22h, por si me echaran al relevo. Hubo un momento gracioso porque la chica que me atendió, de orígen árabe y que sustituía al tipo que nos atendió la noche anterior, hablando con otro chico que había allí dijo algo como: «ahora cenaré algo, cuando se vaya el pesado de Jose», que así es como se llama nuestro amigo de Wiber, José María, y yo me colé y le respondí, «¿ese Jose no seré yo?». Y ella consultó de nuevo el contrato para recordar cómo me llamaba y, después de quedarse algo confundida, mientras se reía, me confirmó que no, que se refería al otro tipo.

El C4 me gustó mucho más que, por ejemplo, el MG. Me dio la sensación de que tira más y que gasta menos. La respuesta del volante y la sensación en las curvas de lo peor, aún así, mejor que otros subs. De momento en mi top 3 el Peugeot 208, el Suzuki Vitara y el Kia Ceed.

La devolución muy bien, sorprendentemente, no me pusieron ninguna pega y cuando llegué a casa ya me habían devuelto la fianza y el depósito por la gasolina. Cené con Naira y no me acosté muy tarde.

Probablemente el año que viene haga como Quique y vaya solo el sábado, aunque llegue tarde a casa, a eso de las 23h30. Así el domingo lo tengo libre.


Escuchando: My Blood — The Amazons, 50 Días — 8AD

Viendo: Nosferatu — Robert Eggers